UN MATRIMONIO MAS CERCA DE DIOS


Hoy en día los matrimonios están más lejos de Dios, y esto se puede notar por la cantidad de divorcios, la falta de amor, la violencia intrafamiliar, las infidelidades y todos los desórdenes que hacen que un matrimonio no sea feliz. Cuando nos casamos nos convertimos en uno para con Dios, cuyo objetivo es seguir sus mandamientos y alcanzar la felicidad.

Pero aún estamos a tiempo para reivindicarnos con Dios y entregarle nuestro matrimonio para que sea guiado y prosperado por él. Como muchos hombres, cuando me casé pensaba que una relacion con Dios no era necesaria siempre y cuando hiciera el bien a los demás, pero cuando mi esposa y yo decidimos tomarnos de las manos, y humildemente reencontrarnos con Dios, nuestro matrimonio empezó a mejorar increíblemente. 
Algunas de las acciones que nos ha acercado a Dios son estas:

Leer la Biblia en pareja: Esta es una actividad que nos ha permitido crear espacios de dialogo sobre lo que Dios nos dice a través de su palabra, y sobre lo que pasa en el mundo. Es uno de los libros más leídos en todo el mundo, y contiene una sabiduría bastante amplia. Para empezar, es recomendable que tengan una persona que conozca de la Biblia y pueda explicarles con detalle algunos pasajes  que no entiendan.

Orar en pareja: Esta es quizá una de las experiencias más gratificantes que hago todas las noches con mi esposa. Hablar con Dios y desnudar mi corazón frente a los dos seres más importantes en mi vida – Dios y mi esposa – es algo que me libera y me hace sentir mejor; no hay secretos entre nosotros tres; y a la vez, escuchar que mi esposa abre su corazón a Dios, es vivir y sentir su sinceridad para con ese ser  maravilloso que nos dió la vida.  No hay un manual para orar, solo hable con Dios, y él te escuchará.

Escuchar música cristiana: Esta es una actividad que hacemos a menudo. Mi esposa ambienta su oficina con música de alabanza a Dios todos los días. En nuestra casa la música para Dios también está presente. La música es un arte que nos deleita y nos embarga el alma de bellos sentimientos, y cuando le cantamos a Dios, nos acercamos más a él y le reiteramos que es él quien guía nuestra vida.

Hablar y dialogar sobre Dios: Esta actividad nos ha permitido conocerlo más, y a la vez, crear relaciones personales con nuestros vecinos y con nuestros compañeros de trabajo. No se trata de discutir sobre temas puntuales, si no de testificar y conocer de su poder sobre nuestras vidas.

Unirse a una iglesia o a una organización cristo céntrica: En realidad aun no somos adeptos a una iglesia – somos católicos por tradición –, pero tenemos una relación directa con Dios gracias a una ONG cristo céntrica a la que pertenecemos. Ha sido una de las experiencias más gratas para nuestro matrimonio y para nuestro crecimiento espiritual.

Ayudar a los más necesitados: En tiempo pasado pensaba que solo se podía ayudar a los más necesitados cuando tenías dinero de sobra, pero me di cuenta que la gente a veces necesita tan solo una palabra de aliento o sentir una mano amiga. En este mundo existe gente necesitada de amor, de cariño, de amigos, de alguien que le muestre que hay un Dios amoroso que le quiere ayudar.


El matrimonio es una institución social creada por Dios, donde empieza la sociedad, donde se siembran valores, donde llega la vida, donde se forja un futuro, donde los sueños se construyen cuando unimos las manos al cielo  y damos el “sí” ante un Dios poderoso, benevolente y deseoso de darnos felicidad. Entreguemos nuestro matrimonio todos los días a Dios y preparemos nuestras almas y nuestros corazones para recibir sus bendiciones. 

Por Daniel Gómez. 
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