DIVORCIOS ECONÓMICOS

Hace un par de días atrás, vi un anuncio que me llamo mucho la atención. Decía: “se tramitan divorcios a $300.00. Psicoterapia gratis”. Aun quería pensar que era el cartel de un bromista, pero al marcar los números de teléfonos al pie del anuncio, se constató que no se trataba de ningún sujeto con ganas de hacer un chiste en un área pública, incluso se en cuentran anuncios por menos valor. Pero más allá de lo divertido que pueda ser este aviso publicitario, nos muestra un poco de la realidad que vivimos respecto a las separaciones, pues al parecer, estas son la primera opción para superar las dificultades maritales.

Es más fácil tomar la decisión de separase, que tomar la decisión de ir a un psicoterapeuta; es como si un enfermo prefiriera la muerte antes que un tratamiento médico. Quizá pueda pensar que es drástica la analogía anterior, pero es que el optar por el divorcio es optar por matar el matrimonio, y nadie está preparado para hacerlo. Hoy en día las causas de divorcio son más superfluas y banales, y en muchos casos están ligadas a los patrones de comportamientos del esposo (a) que se rehúsa al cambio. Los jóvenes ya ni creen en el matrimonio e inician a temprana edad una convivencia marital, pensando que solo se trata de vivir en la misma casa, “sobrevivir” en el mundo y hacer el amor. Tengo una amiga que tiene 24 años, y ha convivido con dos parejas diferentes; la ultima un hombre divorciado de 41 años, por fortuna, aun no tiene hijos. 

Las razones para optar por el divorcio van y vienen; como una señora de nacionalidad española que se presentó ante el juez a solicitar el divorcio por infidelidad comprobada. El testigo era su loro, quien le había dicho que el esposo le había sido infiel durante un viaje que ella había realizado. No sé si el juez tomó como valido el testigo presentado al tribunal. Los casos de divorcio van en aumento. España es uno de países donde la tasa de separación es una de las más altas, 61%; y tal vez en aumento. Un matrimonio requiere más de fuerza espiritual que de ganas de estar casados. Por ello la fe debe ser el pedestal de la unión conyugal, y día tras días la fe entra en crisis en cada grupo religioso. Las personas de esta nueva era de la información creen que la fe y la espiritualidad son para los ancianos y la gente pasada de moda. El matrimonio es la forma básica de la sociedad, y en la medida que esa unidad básica falle, todo el sistema social colapsara paulatinamente. Recuperemos el amor, porque es este que nos permite estar unidos para siempre.

Por Daniel Gomez
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