¿TIENES QUE PEDIR PERDON Y NO SABES COMO?
Aceptar que cometemos errores a
veces resulta fácil, pero el pedir perdón u ofrecer una disculpa se vuelve muy
difícil, casi siempre porque no sabemos cómo hacerlo. Si deseamos tener
relaciones fuertes y efectivas en el núcleo familiar, con nuestros amigos o en
lo laboral, debemos esforzarnos. Aplicar estos pasos te ayudarán a perdonar y a
ser perdonado sincera y fácilmente:
1. Acepta y asume con
responsabilidad tus actos
Inicia diciendo, “Yo hice esto…”,
“Me equivoqué en aquello…”, “No debí hacer….”; y la más difícil, “Fue mi
culpa…” Si lo haces así la otra persona bajará la guardia; pero si no aceptas
con sinceridad que te equivocaste, no será fácil dialogar y restaurar la confianza.
2. Sé claro y específico
Si solo dices, “Me equivoqué…”,
es un buen principio, pero si dices con exactitud en qué erraste es aún mucho
mejor, “Me equivoqué… al decirte que era este precio, cuando en realidad era
otro, por eso te afectó tanto el costo total”.
3. Explica a la persona lo que
sucedió contigo y qué te hizo cometer el error
Cuando conocemos y entendemos las
razones y motivos de las personas comenzamos a empatizar con ellos, lo que nos
lleva a la comprensión. Explica tus motivos, pero recuerda No justificarte.
4. Pide disculpas sinceramente
Si es genuino el sentimiento, la
disculpa sanará y hará sentir mejor a quien hemos lastimado; si aún no has
aceptado que cometiste un error y estás convencido de ello, será mejor que
mantengas tu boca cerrada, pues el ofrecer una disculpa que denota falsedad,
que se da por mero trámite o que simplemente no es sincera, provocará mayor
enojo o dolor a quien hemos afectado u ofendido.
5. Compensa o repara el daño
hasta donde te sea posible
A veces ni siquiera hay que
explicarlo, solo corrige lo que estuvo mal: repara, lava, paga, dedica tiempo,
haz lo que tengas que hacer para restituir lo mejor que se pueda y sin que este
intento lastime más a la persona ofendida o cause mayor problema.
6. NO presiones, deja que pase un
poco de tiempo
Respeta el tiempo y los procesos
de cada persona, permite que el efecto sanador del tiempo haga su parte.
7. Perdona
Cuando alguien te haya lastimado
o dañado de cierta manera elige perdonar a la brevedad. Al hacerlo te
fortalecerás y ayudarás al ofensor; pero, sin lugar a dudas, el mayor
beneficiado serás siempre tú. Puede ser que nunca te ofrezcan una disculpa o te
pidan perdón, pero el simple hecho de que tú perdones te salva de la amargura,
del resentimiento y del dolor; tu cuerpo y tu mente serán liberados de esos
perniciosos males del alma. Perdonar es un don divino que podemos cultivar.
Recuerda que una pieza clave del
perdón incluye una gran parte de humildad y de amor. Al pedir perdón con
sinceridad nos será mucho más fácil perdonar a otros, nos volvemos más comprensivos
hacia la naturaleza humana y nuestros lazos afectivos se tornan más fuertes y
tolerantes. El progreso personal inicia bajo la mirada del agradecimiento y el
deseo ferviente de no volver a lastimar a los que amamos. Hoy es un gran día
para revisar nuestra conducta y ofrecer una disculpa a quien, tal vez, por
descuido, hemos lastimado con nuestra indiferencia u olvido.
Tomado de familias.com
Leave a Comment