NAVIDAD EN FAMILIA


Una buena navidad no está determinada por la cantidad de regalos que recibimos, por la exquisitez de la cena o por una noche de fiesta; una buena navidad es cuando disfrutamos y compartimos en familia, cuando nos olvidamos de las presiones, de las responsabilidades y nos entregamos al amor y al calor del hogar.

La navidad es precisamente un tiempo para estar en familia, para reencontrarnos en un ambiente familiar y para dar gracias a Dios por la vida, por nuestra familia y por lo mucho o poco que tengamos. Quizá muchas personas no tienen pavo, jamón o alguna otra comida especial, pero tienen una familia unida en el amor de Dios, y ese amor es el más grande regalo que podemos recibir y dar en esta navidad.

Si revisamos los orígenes de la navidad podemos darnos cuenta que no está directamente asociado a Cristo, si no que nació como una fiesta cívica en el año 530 DC como fiesta cívica para reemplazar la fiesta del solsticio; sin  embargo, tras tantos siglos de cambios y modificaciones, la unidad familiar se ha convertido en el centro de la navidad, y es claro entender que dicha unión es avalada por Dios. Por lo tanto, nos unimos en familia para compartir, para disfrutar del amor, para intercambiar un presente y para dar gracias al creador por un año más de vida. Se trata de buscar la tranquilidad, la paz y el gozo de estar con aquellos que amamos. 

¡FELICES FIESTAS NAVIDEÑAS!

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