"EL QUE SE CASA QUIERE CASA"
Así dice un adagio popular: "El que se casa quiere casa", y no es para menos, el matrimonio es el establecimiento de un nuevo hogar, y tener una casa sienta aún más las bases de ese hogar, y si tienen hijos, con mayor razón es necesario un lugar especial para convivir como la familia que son.
El problema es que muchas veces vemos nuestras metas como un imposible de alcanzar, y pensamos que es un desgaste mental sacar el tiempo de averiguar lo que necesitamos, y allí esta el principal error, cuando deseamos realmente algo, debemos prepararnos para resibirlo, el primer paso es visualizar la meta deseada en nuestra mente, el segundo paso es planearlo con nuestra pareja sobre el papel, el tercero paso es averiguar que requisitos o cuanto dinero necesitamos para adquirir lo que deseamos y por ultimo hay que trabajar duro hasta lograrlo. No le pongas barreras mentales a tus metas, recuerda que para Dios no hay nada imposible, presentale tus planes a él y asesorate bien, es de parte y parte, no es que las cosas te van a caer del cielo por arte de magia, requiere de tu esfuerzo, dedicación y perseverancia para alcanzarlo.
Planear con tiempo, aunque no tengan aún los medios económicos para comprar la casa, les dará el conocimiento, discernimiento y la objetividad para cumplir los requisitos y escoger la vivienda adecuada. Tener varias viviendas propias también es una buena opción financiera, ya que si como familia pueden tener dos casas, pueden vivir en una, rentar la otra y de esta manera empezar a generar dinero adicional, al que generan en sus actividades laborales actuales.
Otra razón para adquirir viviendas, es que por lo general tienden a valorizarse. Razones por las cuales una vivienda, más que una necesidad debe ser un objetivo matrimonial, para progresar y garantizar estabilidad a la familia.
Por Cony Alarcón y Daniel Gómez
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