MATRIMONIO Y FINANZAS: DIFERENCIA DE INGRESOS
Existen muchos problemas al interior de los matrimonios que se generan a partir del manejo del dinero y de las posesiones de cada uno de los cónyuges. Observaremos algunas situaciones más frecuentes a este respecto.
SITUACIÓN 3: La esposa gana más dinero que el esposo.
Aun vivimos en una sociedad machista, donde al hombre le corresponde la generación de ingresos para sostener a su familia. Dicho de otra manera, es quien debe trabajar y ganar el dinero suficiente para mantener a su esposa e hijos. Algunos matrimonios enfrentan situaciones problemáticas cuando la esposa se ve en un cargo más alto en el escalafón corporativo de una empresa, y con una remuneración superior a la de su esposo. La raíz del problema es el machismo latente en el esposo, que no concibe la idea que la mujer sea quien tiene más ingresos en el hogar, pues siente que le han superado como hombre.
Por el contrario, los hombres que están libres de los pensamientos y comportamientos machistas, celebran y apoyan a su esposa para que siga adelante y se supere como mujer, como empresaria y quizá como madre. No la ve como su amenaza ni como competencia de género, ya que entiende que son un matrimonio y que indiferentemente de quien devengue más dinero, el matrimonio es de dos, para dos.
Aunque es menos frecuente, también se da el caso contrario: la mujer no concibe la idea de que su esposo gane más dinero que ella. Esta situación se presenta más a menudo en mujeres muy feministas que quieren tomar la posesión que la sociedad ha dado a los hombres en materia de generación de recursos para el hogar; o en mujeres altamente independientes que no desean que ningún hombre las mantenga.
La diferencia de salarios es muy frecuente. Es extraño ver que ambos esposos devengan el mismo salario. Por ello, no creemos situaciones negativas a raíz de algo tan frecuente que beneficia al matrimonio como tal. El matrimonio debe estar libre de cualquier tipo de competencia, ya que en el amor que se han jurado, está implícito el amor en lo próspero y en lo adverso. Celebremos nuestras diferencias de salario y evitemos frustraciones, estrés y situaciones que nos impiden vivir como un matrimonio feliz.
Finalizo con las palabras de Dave Meurer: “un matrimonio genial no ocurre cuando la pareja perfecta se une. Ocurre cuando una pareja imperfecta aprende a disfrutar de sus diferencias”.
Por Daniel Gómez.
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