ACCIONES DIARIAS PARA FORTALECER TU MATRIMONIO

Un matrimonio no se mantiene con sólo dar el sí en el altar; para que el amor florezca todos los días, es necesario alimentarlo con palabras, caricias, entendimiento, tolerancia, comprensión, ternura, agradecimiento, y un poco de todo lo bueno que como esposo (a) podemos dar.


La falta de fortalecimiento matrimonial crea inseguridad en los esposos, y prefieren huir a los problemas en vez de enfrentarlos y solucionarlos como pareja. Las acciones que describiremos a continuación pueden ser difíciles en un principio, sobre todo para aquellos matrimonios que no alimentan el amor todos los días; pero cuando se realiza continuamente, se convierte en un deleite para el alma y también para el cuerpo.

ABRAZOS: Un abrazo representa una muestra de afecto y cariño. Cada vez que salga o que regrese de casa, dale un abrazo a tu pareja. A veces las presiones del trabajo son tantas, que un beso de bienvenida se queda corto. Así que abracemos más a nuestra pareja y digámosle con nuestro cuerpo que la amamos.  

DECIR “TE AMO”: Algunas personas les parece un poco pasado de moda decirle a su pareja un “te amo” en público, o incluso, en reuniones de amigos y familiares. Pronunciar estas dos palabras más a menudo fortalecerá tu matrimonio y creará un vínculo afectivo mayor. Sabemos que nuestra pareja nos ama, pero es mas gratificante escucharlo.

AGRADECIMIENTO: Es mucho lo que los esposos (as) hacen por nosotros, y poco por lo que les decimos gracias. Acostumbrémonos a decir gracias, a pedir el favor y a ser diligentes con nuestra pareja. Esto fomenta el respeto, los valores matrimoniales y crea principios de educación, cortesía y amabilidad en nuestros hijos.

COMPARTIR: Las diferencias de horarios, los quehaceres del hogar y las demás responsabilidades, nos alejan de nuestra pareja. No es lo mismo verse todos los días que compartir algún pequeño detalle todos los días. Tomen tiempo para tomar un café –Sólo tarda 5 minutos -, para leer una buena noticia, para ver una película, para salir a caminar o sencillamente para hablar lo que ha sucedido en el día de cada uno. Compartir no significa ir de vacaciones a Disney o a Paris; sólo se trata de regalar nuestro tiempo con agrado, con ternura y con mucho amor.

VUELVAN A LA MESA: Es muy frecuente ver que los esposos ya no cenan juntos. La mesa debería ser un lugar sagrado para las familias, donde se comparte algo más que una comida. Aquí se abren espacios de diálogo y la fortuna de disfrutar de nuestra familia. La mesa es un punto de reunión familiar; por favor, volvamos a ella.

SINCERIDAD: La sinceridad nos permite ser transparentes con nuestra pareja en todo momento. Ser sinceros con nuestros sentimientos, ya sean positivos o negativos, con nuestros gustos, nos ofrecen posibilidades para la comprensión, la tolerancia y la unión conyugal.

Por Daniel Gómez.
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