DECISIONES PERSONALES
Cierto día me pregunte: ¿Cómo es posible que la coherencia y felicidad en la vida de pareja, la encontremos al final del camino y no en las primeras etapas de la misma? Esta gran decisión de ser feliz, puede esbozarse en las primeras etapas de la vida, respondiendo preguntas tales como:
¿Que gano con ser infiel a un semejante?
¿Que gano con irrespetar a un semejante?
¿Que gano con actuar indebidamente con un semejante?
¿Que gano con ilusionar y abandonar a un semejante?
Yo podría referirles un poco las ventajas y lo que pueden ganar actuando de la manera correcta al tener una relación, pero eso no los hará mejores personas, puesto que la opinión determina un aprendizaje más no una experiencia, y las respuestas las tiene cada uno mucho antes de tomar una buena o mala decisión. Así como cada uno sabe que puede durar años construyendo un hogar y una relación firme, y en tan solo 10 minutos -y con la ayuda de unas malas decisiones- destruir aquello que se pensó era indestructible. La respuesta es tomar una buena decisión, pero que esta no se base solo en nuestro juicio, ya que cada decisión afecta a por igual a cada miembro de la pareja.
El sufrimiento es inevitable para el ser humano, sin embargo podemos atenuarlo un poco con tan solo una decisión bien tomada. Antes de actuar indebidamente, debe analizar los riesgos y consecuencias que deberá afrontar como resultado de su decisión; si es capaz de afrontar todo, incluso una decisión mala, no se preocupe: simplemente actúe y decida, que una vez cometido el error lo importante es tener la valentía de afrontarlo. Dicho esto, podemos concluir que si es inquebrantable y su mente soporta cualquier situación, no existirán ni malas ni buenas decisiones, simplemente serán decisiones. Finalmente recuerde que “la prudencia es la voz interior de la responsabilidad”.
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