POEMA DE AMOR

Todos hemos deseado en algún momento de nuestras vidas tener la capacidad de escribir bonitos versos para alguien y hacerlos tan únicos, como los sentimientos que se generaron al momento de escribirlos. Creemos que un poema de amor es algo sublime y lejano a nuestra capacidad de tomar palabras del lenguaje y juntarlas de tal manera que el mensaje sea sutil, perfecto y lleno de belleza, y por ello nos rendimos antes de intentar escribir.

Pero más allá de la retórica, de la rima o del profesionalismo como poeta, es el presente el que realmente cautiva a nuestra enamorada; es realmente el esfuerzo y el tiempo dedicado en pensar en el amor, en dedicarse a componer en medio de una tormenta de ideas, un amor que su pecho siente pero que su mente no entiende. Porque así es el amor, inquieto, intenso e incomprensible, y es quizá una de las razones por las cuales escribir un poema de amor resulta complicado para la mayoría de las personas.

Un poema de amor es la expresión viva de los sentimientos que el poeta siente en su alma; es desnudar el alma y cubrirla de besos en forma de palabras. Quien escribe un poema de este tipo debe encontrar el punto exacto donde la singularidad congenia con la originalidad para formar un mensaje directo, profundo e inspirador para la persona que ha merecido tan hermosa composición. Nunca desmerite sus poemas de amor, porque si un escritor no valora sus letras, los lectores tampoco lo harán. Recuerde que su público es su pareja, y aunque lo haga mal, ella le seguirá amando.

Por lo tanto no debemos abandonar la idea. Vale la pena esforzarnos un poco para escribir lo que más se parezca a un poema, y provocar una sonrisa en aquella persona que amamos y que de seguro nos alentara a que sigamos escribiendo, o al menos, eso esperamos. 

Por Daniel Gómez