TÚ Y YO: UN MATRIMONIO DIFERENTE

Se dice que en la matemática divina referente al matrimonio 1+1=1, ya que la unión conyugal de unión de un hombre y una mujer forman un nuevo ser. Claro está, no el plano físico, pero si en el plano espiritual. Por lo tanto, “tú y yo” como esposos y como un solo ser espiritual, podemos hacer un matrimonio diferente.

¿Cómo hacer un matrimonio diferente?

Ningún matrimonio es igual a otro, todos son diferentes. Cuando me refiero a un matrimonio diferente, me refiero a la importancia y la necesidad de ser felices y de dar a conocer la esencia del matrimonio a nuestra pareja, a nuestros hijos e incluso a nuestra sociedad. Hay matrimonios extremadamente diferentes, pero con su forma de actuar solo profesan la infelicidad, el rencor, la duda y los maltratos físicos y psicológicos; y lo peor de todo es que se transfiere a los hijos, y de los hijos a los nietos, y así sucesivamente. 

Para hacer un matrimonio diferente debe colocar su matrimonio en el pedestal de la fe, del amor y de la comunicación. La fe representa la espiritualidad y la creencia de cada uno de los esposos. Si hay igualdad de creencias o profesan las mismas doctrinas religiosas, su matrimonio se encamina hacia una misma dirección de fe, lo que les ayuda a comprenderse mejor mutuamente. Si hay diferentes doctrinas religiosas, cada uno debe respetar las creencias del otro sin ningún tipo de miramiento.

El amor por su parte representa ese conjunto de sentimientos que nacen de uno hacia el otro. La expresión del mismo es fundamental para hacer de su matrimonio algo diferente. Realicen acciones que les permitafortalecer día a día su matrimonio.  No tenemos nada que perder, porque ya hemos escogido esa persona para toda la vida, ¿Qué nos cuesta demostrarle que la amamos?

La comunicación por su parte es fundamental para tomar decisiones, para planear, para con los hijos, para la sinceridad, para la afectividad y la sexualidad. Un matrimonio sin comunicación es como un parque sin niños: no se escuchan risas o palabras. Todo a su alrededor se deteriora cada día que dejamos que el silencio perdure antes de ir a la cama o antes de salir de casa. 

Por Daniel Gómez.