EL MATRIMONIO ES UN TRABAJO EN EQUIPO

Los matrimonios felices están hechos de trabajo en equipo, respeto mutuo, admiración, e interminables dosis de amor y gratitud.

Pese a lo que muchos puedan pensar, desde el inicio Dios creó el matrimonio para que fuera un equipo ganador, en su palabra se encuentran todas las promesas maravillosas y buenos deseos que tiene para nosotros, lo que pasa es que vivimos en una sociedad con tanta carga y dolor generacional, que nos creemos el cuento de que el matrimonio es malo y está destinado al fracaso, y muchas veces con nuestras acciones, tomamos decisiones equivocadas que nos alejan del camino de abundancia y bendición que Dios tiene para nosotros.

La buena noticia es que cada día es una oportunidad que nuestro creador nos da para retomar el camino; para que el matrimonio sea más fácil para nosotros lo primero que debemos hacer es reconocer nuestras faltas ante Dios, pedirle perdón y recibir a su hijo Jesús en nuestros corazones como nuestro Señor y Salvador, para que pueda transformar nuestras vidas y sanar todas las heridas del pasado. Después de que tomamos esta decisión de transformación espiritual, sigue nuestra parte en el proceso, debemos llevar una vida conforme a los mandamientos y la voluntad de Dios.


La mejor forma de ayudar a nuestra sociedad, es siendo un ejemplo a seguir en nuestro matrimonio, donde prime el amor y el apoyo mutuo, claro está sin olvidar que también debemos mantener activos otros elementos fundamentales, tales como la pasión, el compromiso y la determinación para que el equipo funcione correctamente y sea no solo una bendición familiar, sino para todos los que nos rodean. 
Por Constanza Alarcón
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