SERVICIO EN EL MATRIMONIO


Quizá para muchas personas es extraño hablar de servicio en el matrimonio, pero la realidad es que es un elemento fundamental dentro del matrimonio que se combina con otros para matizar las experiencias vividas en algo único e inolvidable. 

En sencillas palabras, es la acción y el efecto de servir al esposo (a). ¿Y como le servimos? aquí te damos algunas acciones que denotan servicio hacia tu pareja: 

Tener lista la cena: Cuando uno de los dos llegue a casa primero, prepare la cena y cuando el esposo (a) llegue sirve la cena. Si pueden comer juntos es mucho mejor. 

Apoyar incondicionalmente: El mejor servicio que podemos recibir es que quien amamos nos apoye en todo momento, sea parte de nuestros proyectos. Cuando apoyas a tu pareja le sirves brindando seguridad y confianza. 

Se siempre amable: La palabra amable deriva de amabilidad, la cual significa cualidad de ser amado. Sirve a tu esposo (a) con sonrisas, con entusiasmo. Se amable y ayuda a quitar el estrés de día. 

Dile palabras bonitas: Piensa, de todos tus amigos y familiares, ¿quienes te dicen palabras bonitas? muy pocos ¿verdad? dile a tu pareja que la amas, que es genial, que tu vida es mejor desde que se casaron... esto alimenta el matrimonio y crea un ambiente de amor y ternura.

Expresa tu amor: Adicional a lo anteriormente mencionado, hay otras formas de expresarle a nuestra pareja que lo amamos, los besos repentinos y los abrazos ayudan a disipar el estrés de la rutina y estimulan positivamente, además puedes invitar a tu pareja hacer algo que a Él le guste, cuéntense chistes, jueguen con amor, se creativo en expresar tu amor, lo más importante es que disfruten del tiempo que comparten juntos.

En la medida que cada uno se esfuerce por servir al otro, la relación matrimonial se fortalecerá, hay muchas formas de servir en el hogar, el hecho de lavar la ropa de tu pareja, embetunar sus zapatos, llevarle la comida a la mesa, pero no por obligación o porque ya es tu rutina, es hacer cosas que normalmente no harías o sientes que no te corresponde hacer, te aseguro que los pequeños detalles ayudan a mantener vivo el amor y la humildad de servir al ser amado. Si uno falta al deber de servir, está olvidando alimentar el compromiso del matrimonio. No nos hemos casado para ser servidos por nuestra pareja, nos casamos para servirle a ella; y en la medida que cada uno comprenda la importancia de serles útil al otro, y al mismo tiempo se esfuerce por ello, lograrán tener un matrimonio sin egoísmo, sin preferencias y sin cargas emocionales negativas generadas por el otro. 

El esposo (a) es nuestro cliente eterno, así que es nuestro deber mantenerlo satisfecho todo el tiempo, anteponiendo el amor de Dios y la voluntad de llevar un matrimonio feliz.

Por Daniel Gómez
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