MACHISMO: LA TERNURA ES PARA LOS HOMOSEXUALES

El machismo ha determinado que la ternura y la expresión amorosa es propiamente de las mujeres, debido a su emocionalidad y su "inferioridad" respecto al hombre. Por lo tanto, el hombre machista es rígido, no expresa sus sentimientos y está lleno de orgullo que le impide ver que la mujer es igual o más capaz de hacer las mismas cosas. 

El hombre machista cree que ser tierno y amoroso con su esposa es poner en duda su "hombría" o su calidad de ser hombre; por lo tanto ve estos comportamientos de ternura como algo que es de mujeres y de hombres homosexuales. 

Si en verdad la ternura es para los homosexuales, ¿porque las mujeres demandan y disfrutan de la ternura de los hombres? No se trata de género, se trata de entender que la mujer demanda caricias, palabras, abrazos, besos... y que quizá si como hombres no les dan esa especialidad, entonces probablemente entienden muy poco a las mujeres.

Esa falta de expresión afectiva por parte de los hombres, también los lleva a no aceptar sus derrotas en temas afectivos y buscan desahogar sus penas en "actividades de hombres" las cuales van desde el alcohol hasta la promiscuidad, porque para ellos, la cantidad de mujeres que pasen por su colchón, determina la calidad de hombre que son. 

El hombre al igual que la mujer fueron dotados por Dios para dar y recibir amor, ¿por qué no vivirlo y expresarlo por seguir una ideología del hombre que establece diferencias entre dos seres que obligadamente son semejantes al creador? demostrar ternura y amor no es sólo para mujeres u homosexuales, es para todos; para los que creen en el amor, viven y aman a su pareja, a sus hijos, a sus padres y al prójimo mismo. 

Y aunque suene ilógico, también hay mujeres machistas, que creen que los hombres son más que las mujeres, y se dejan someter. Si has cerrado la puerta a la ternura, has cerrado una de las puertas que te permiten ver y conocer a Dios, además la ternura alegra a la mujer, la hace sentir bien, la hace feliz, y sino hacemos feliz a nuestra esposa no estamos cumpliendo la voluntad de Dios de amar y e respetar a nuestra pareja.

Por Daniel Gómez
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