QUE IMPLICA TENER UN MATRIMONIO FELIZ - PARTE II
Te invitamos a leer nuestro primer articulo sobre este tema tan importante que nos resume, los elementos que necesitamos para tener un matrimonio Feliz.
A continuación relacionamos otros 5 elementos necesarios y no menos importantes para tener un matrimonio feliz:
A continuación relacionamos otros 5 elementos necesarios y no menos importantes para tener un matrimonio feliz:
LA ENTREGA: El matrimonio feliz exige entrega total. Exige entregarnos en cuerpo y alma al otro, así como cristo se entregó a su iglesia. Debemos poner todo lo que somos y lo que tenemos al servicio del esposo (a), porque al casarnos somos una parte del ser, somos la mitad de un matrimonio.
DEDICACIÓN Y ESFUERZO: Un matrimonio no es feliz cuando anda en piloto automático, es decir, cuando va por la vida sin un rumbo definido. Ese tipo de matrimonios se comportan como una balsa en altamar: sólo se mueve al vaivén de la superficie marina. El matrimonio feliz necesita tiempo y fortaleza para superar las dificultades. Necesita que se cuide y se cultive el amor. Necesita que abordemos la balsa, y que rememos a toda máquina hasta llegar a tierra firme. Pero ese esfuerzo y dedicación debe ser con amor profundo, de lo contrario podría tornarse en algo negativo como el resentimiento o la lucha de supremacía.
CAMBIOS POSITIVOS: el cambio es un reto dentro del matrimonio, pero es bueno y enriquecedor para la pareja. El cambio de actitud, de formas de pensar, de hablar, de expresar el amor, de compartir; aquí también se incluyen los cambios económicos y los espirituales. No podemos pretender que como nos casamos así seremos hasta la muerte. Los matrimonios reacios al cambio terminan ahogados por su miedo a hacer las cosas diferentes.
SEXO: Quizá muchos piensen que es uno de los primeros elementos de un matrimonio feliz, pero sexo sin amor y entre esposos pocos comunicativos, no es trascendental, sólo se queda en el plano físico. Un matrimonio feliz disfruta del sexo como una expresión de amor, donde los lazos afectivos se hacen más fuertes. EL sexo implica entrega, dedicación, complacencia, pero sobre todo, mucho amor.
RESPETO: Una cosa es entregarnos íntimamente y compartirlo todo, y otra cosa es conocer los límites. El matrimonio exige respeto; tanto así que lo declaramos ante el altar:"...amarla y respetarla...". El respeto hacia la pareja establece esa individualidad a la que todo ser humano tiene derecho, esa privacidad única. Cabe aclarar que este derecho es válido siempre y cuando no afecte de manera negativa la relación marital.
Por Daniel Gómez
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