MACHISMO: UN DOLOR DE CABEZA PARA LAS MUJERES
En
pleno siglo XXI, el machismo se las ha arreglado para sobrevivir. Gracias a las
reformas políticas y los derechos de igualdad para hombres y mujeres, se ha reducido a modo general en muchas naciones y ciudades. Sin embargo
el machismo ha logrado sobrevivir en los suburbios del alma de aquellos hombres
que consideran que dar libertad a las mujeres le resta importancia a ellos
mismos.
Si
revisamos los decretos, leyes, resoluciones y cualquier otro documento que
sustente las normas de un país, podemos notar que el machismo es sólo un
espejismo, pero cuando vemos la sociedad, vemos que sigue siendo una realidad.
Aún en nuestros tiempos hay muchas mujeres sometidas, que han dejado su vida, sus sueños su integridad y su
papel de personas de valor con capacidad de cambiar el mundo; lo triste de la realidad,
es que no son mujeres maduras, son apenas mujeres entrando a su adultez, o niñas
atrapadas en obligaciones de adultos.
Lo
que saca a relucir un
machismo en la población más joven.
Todos
los hombres tenemos un machismo implícito, porque la sociedad nos ha llevado a
eso. El machismo no solo son los actos de desvalorización a la mujer, sino también
la forma de pensar. Personalmente, tiendo a ver más grave la infidelidad de una
mujer que la de un hombre: eso es consecuencia de un machismo social.
No
domina mi vida pero es un machismo pasivo. Generalmente los hombres promiscuos
tienen niveles de machismo más elevados. De
ello hablaremos en un artículo posterior.
El
machismo aún sigue doliendo, sometiendo y destruyendo vidas, y es
responsabilidad de los padres formar a los hijos sin machismo.
Como
dice el empresario brasilero Deivison Pedroza: "A
dejar hijos mejores, para tener nietos mejores..."
Por Daniel Gómez
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