SOLEDAD Y DEPRESIÓN
Los seres humanos tenemos una personalidad tan cambiante, que es difícil predecir cuando alguien es feliz, aunque la felicidad o la tristeza se refleja en algunas personas con solo mirarlas a los ojos, a otras no se les nota, lo digo porque muchas veces vemos a un conocido, familiar o amigo que creemos a nuestro parecer que está bien, pero cuando empezamos a dialogar con esa persona, nos damos cuenta que tiene muchos problemas encima y que en su interior está destrozado (a), deprimido (a) o se siente solo (a). Y es porque aparentar delante de la gente se ha vuelto algo tan normal, como si fuera una regla de la sociedad.
Cuando alguien tiene lo que uno supone lo haría feliz, como: trabajo, estudio, dinero, hijos, vive en familia o en matrimonio, y aún así se siente solo (a), es porque su corazón está preso de un trauma, rencor, frustración o desamor del pasado, esto es más común de lo que uno cree y se debe a que en vez de perdonar las situaciones y personas que nos causan daño en el transcurso de nuestras vidas, guardamos esos acontecimientos en nuestro corazón, llenándonos de odio y rencor, y lo peor es que lo hacemos sin darnos cuenta, es algo tan automático que ni siquiera nosotros mismos sabemos que odiamos a alguien, pero cuando nos vemos enfrentados hacer un examen de conciencia, y nos vamos al pasado, a recordar una situación en especial que nos causó dolor, es que nos podemos dar cuenta que aun sufrimos por alguna persona o situación vivida, sea esta un divorcio, engaño, mentira, infidelidad, o abandono por parte de padres, mejor amiga o esposo, no importa quién te haya dañado en el pasado, esos sentimientos permanecerán en ti hasta que Tú te des cuenta que eso te causa dolor y tomes la decisión de liberarte de esas cadenas espirituales, le llamo cadenas espirituales porque no se pueden ver físicamente, pero están ahí atándote negativamente al pasado.
Muchas veces por el temor del qué dirán, preferimos sufrir en silencio, sin saber que la solución a cada una de estas situaciones es más fácil de lo que parece. Claro está que dependiendo tu personalidad, puede ser rápido o lento el proceso. Lo que debes hacer para dar el primer paso es perdonarte a ti mismo (a) por eso que te hace daño, perdonarte por haber sido culpable de..., o por no haber evitado..., o por haber estado en..., entiende que lo que pasó, ya pasó, así quisieras no puedes devolver el tiempo, pero si puedes cambiar el sentimiento que genera ese suceso en tu vida, acéptalo, entiende que todo lo que nos pasa en la vida hace parte de nosotros, de nuestro aprendizaje, de nuestra madurez, de nuestro crecimiento, tómalo para aprender de los errores y seguir adelante, no te estanques por una situación que ya pasó, y que aunque dolorosa, pudiste superar de alguna forma, recuerda todo lo bueno que te ha pasado, no todo lo malo.
De ahora en adelante todo lo que aparentemente es malo y pasa en tu vida, lo puezdes asumir de una forma diferente, la clave está en agradecer todo lo bueno que has vivido, todas las bendiciones que Dios te ha dado, todo lo que actualmente tienes, el hecho de ver, de comer, de caminar, de respirar es motivo para estar agradecido (a).
Llénate primero del amor de Dios, luego pídele perdón a Dios por tus faltas, perdónate Tú mismo (a), perdona a quien te hizo daño, enséñale a quien amas hacer lo mismo y se feliz...
Llénate primero del amor de Dios, luego pídele perdón a Dios por tus faltas, perdónate Tú mismo (a), perdona a quien te hizo daño, enséñale a quien amas hacer lo mismo y se feliz...
Por Cony Alarcón
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