¿QUE HACE DE UN MATRIMONIO NORMAL, UN MATRIMONIO FELIZ?


No es un secreto, que muchos de los matrimonios de nuestros tiempos, solo duran en buenos términos unos cuantos meses o años, y luego pasan hacer un matrimonio que vive de apariencias, amargado o simplemente pasa a ser un divorcio mas en el mundo, quedando por lo general hijos de por medio, bienes, resentimientos y una cantidad de situaciones negativas por resolver.

Recuerdo, que cuando mi esposo y yo asistimos al cursillo prematrimonial, en el transcurso de las charlas nos contaron el caso de una pareja que había asistido al cursillo, se había casado un sábado, y al día lunes la mujer ya estaba solicitando el divorcio, porque en el día de la boda, su esposo le había dado una paliza que casi la mata. Así que hay de casos a casos, no podemos pretender que nuestro matrimonio dure toda la vida y este en pro de la felicidad, si actuamos mal. Ningún ser humano debe ser maltratado, humillado e infeliz toda su vida, simplemente porque adquirió un compromiso, más bien debemos aprender a ser felices y disfrutar de todos los beneficios del matrimonio.

La buena noticia es que podemos pasar de ser un matrimonio normal, a ser un matrimonio feliz. Cuando utilizo la palabra normal me refiero, al común de la sociedad, se casan, tienen hijos, se dividen las obligaciones y mantienen unidos por el compromiso, sin querer realmente continuar con esa relación. 

Primero que todo tiene que estar la buena disposición de parte de los conyugues para cumplir con la voluntad de Dios, de allí en adelante todo es un proceso de aprendizaje, debemos tener muy claro que el juramento que hacemos ante el altar, si deseamos que nuestro matrimonio funcione, lo debemos cumplir al detalle. Hay que amar, respetar, ser fiel, estar en las buenas y en las malas hasta que la muerte nos separe... Si cumpliéramos con esta promesa, no tendríamos ningún problema.... y la felicidad vendría por añadidura... 

Es muy importante identificar nuestras debilidades, y reconocer en que áreas estamos fallando como esposos (as), a lo mejor no nos pueden decir nada porque todo nos da ira, somos groseros, nos gusta llegar tarde a casa, tomamos alcohool frecuentemente, o cualquier otra cosa que este afectando el matrimonio. Si analizamos cada situación especifica, todas tienen solución, y depende exclusivamente de la persona que esta actuando mal, si desea cambiar por el bienestar de su matrimonio.

También podemos relacionarnos con otros matrimonios que estén en el camino de Dios, personas que ya hayan superado situaciones difíciles, y que puedan aconsejarnos correctamente, leer sobre matrimonio, y estar siempre buscando maneras de mantener encendido el amor, con nuestras palabras, detalles y sobre todo con nuestros actos. 

La felicidad matrimonial, depende exclusivamente del buen actuar de los conyugues.

Por Cony Alarcón


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