BUSCANDO LA FELICIDAD MATRIMONIAL
La vida es maravillosa y por si misma nos impulsa a buscar la felicidad. Desde niños tenemos la habilidad de soñar en grande, anhelando ser bomberos, policías, médicos, astronautas, cantantes, bailarines o cualquier profesión que la imaginación nos permitiera, porque el miedo al fracaso no los conocíamos.
En cada etapa de nuestra vida, nuestros sueños van cambiando de acuerdo a nuestra edad y al entorno que nos rodea, y con el paso del tiempo, muchos llegamos a soñar con encontrar un amor verdadero, como los del cine, aquellos que duran para siempre. Sin embargo, a veces nos olvidamos del amor, de tener un esposo (a), de tener hijos, porque pensamos mas en tener una linda casa, un carro lujoso, mucho dinero, viajar por todo el mundo, creyendo que el verdadero amor se compra con dinero y cosas bonitas; y es que en nuestra infancia no nos enseñan lo realmente hermoso del matrimonio, ese recorrido que hacemos acompañados de alguien especial para cumplir metas, para superar retos, para volver soñar y para conquistar la felicidad.
Es importante no dejar de creer que podemos encontrar un amor sincero, un amor donde creer es poder. Muchas personas no se casan porque creen que el matrimonio no dura toda la vida, porque aquella frase de "nada es para siempre" ha hecho huella en el alma, impidiendo que vivamos el sueño de una pareja que logra alcanzar la esencia del matrimonio: La felicidad y la durabilidad.
Lograr la felicidad matrimonial es un proceso que depende de cada pareja, porque nos exige cambiar, estar en constante comunicación con nosotros mismos y con nuestro cónyuge; ademas, nos exige actuar diferente y decir las cosas con amor. Recuerdo una frase que dice que "un matrimonio genial no ocurre cuando una pareja perfecta se une, sino cuando una pareja imperfecta aprende a disfrutar de sus diferencias". Ya es hora de abandonar la idea de que el matrimonio es una "cruz" o que es el "suicidio en vida"; empecemos a pensar en un matrimonio feliz, en un matrimonio diferente a todos los demás. Pensemos en un matrimonio feliz, todo dependerá de nuestras buenas acciones.
Tener un matrimonio feliz es posible, cuando aprendes a ser feliz en medio de las diferencias, te darás cuenta que todos los cambios que has hecho en tu vida, valieron la pena.
Es importante no dejar de creer que podemos encontrar un amor sincero, un amor donde creer es poder. Muchas personas no se casan porque creen que el matrimonio no dura toda la vida, porque aquella frase de "nada es para siempre" ha hecho huella en el alma, impidiendo que vivamos el sueño de una pareja que logra alcanzar la esencia del matrimonio: La felicidad y la durabilidad.
Lograr la felicidad matrimonial es un proceso que depende de cada pareja, porque nos exige cambiar, estar en constante comunicación con nosotros mismos y con nuestro cónyuge; ademas, nos exige actuar diferente y decir las cosas con amor. Recuerdo una frase que dice que "un matrimonio genial no ocurre cuando una pareja perfecta se une, sino cuando una pareja imperfecta aprende a disfrutar de sus diferencias". Ya es hora de abandonar la idea de que el matrimonio es una "cruz" o que es el "suicidio en vida"; empecemos a pensar en un matrimonio feliz, en un matrimonio diferente a todos los demás. Pensemos en un matrimonio feliz, todo dependerá de nuestras buenas acciones.
Tener un matrimonio feliz es posible, cuando aprendes a ser feliz en medio de las diferencias, te darás cuenta que todos los cambios que has hecho en tu vida, valieron la pena.
Por Constanza Alarcón
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