SUPERANDO UNA PÉRDIDA


La vida al igual que la muerte son un misterio que todos percibimos de manera diferente. Nadie puede elegir en que familia, cultura o País nacer. Sin embargo si podemos elegir como vivir la vida que tenemos... 

La vida es tan compleja y a la vez tan maravillosa, que encierra una cantidad de preguntas con múltiples respuestas, y otras que aún no tienen explicación. Cada ser humano de acuerdo a su experiencia de vida, percibe el mundo de una manera particular. Por lo general,  a la mayoría de las personas la vida les causa intriga y asombro; la muerte por el contrario, les causa tristeza y desolación, ya que en muchas ocasiones toma por sorpresa a familiares y amigos.

La diversidad de pensamientos y sentimientos que el acontecimiento de la muerte puede generar en alguien, es difícil de entender, porque la percepción que tengamos de dicho suceso influye en gran medida en la aceptación de que alguien querido ha muerto. Por ejemplo, para un devoto de Dios, la muerte representa su ascensión al reino de los cielos, y por ello, la partida de un ser querido suele tener un grado mayor de aceptación. Incluso algunos afirman que la muerte es voluntad de Dios. Por otro lado, para las personas que no creen en Dios, o que no tienen una conexión espiritual, la muerte de un familiar suele afectarlos tanto, que incluso muchos mueren porque se dejan llevar de la tristeza y la soledad. 
En los creyentes, su fortaleza proviene del poder divino, y depende del nivel de madurez mental, emocional y espiritual que allá adquirido a lo largo de su vida; y de allí radica la diferencia de reacciones que pueden presentar dos personas que pasan por la misma situación, las cuales hacen que las acciones y resultados de la situación puedan ser positivas o negativas.

Veamos dos ejemplos: 

1. La pérdida del cónyuge puede representar para su pareja una motivación para luchar por su vida y la de sus hijos si es el caso; y quizás se despierte el deseo de contar su testimonio de vida para motivar a otras personas que pasan por la misma situación a superar este hecho y salir adelante.

2. Para otra persona que pasa por la misma situación, la pérdida de su cónyuge puede significar el fin de su vida, entregarse tanto al dolor y la soledad, pensando que tiene obligaciones financieras y familiares que caerán sobre ella, y puede ser tanto el dolor que termina sumergido(a) en una depresión o padeciendo al poco tiempo una enfermedad. 

La pérdida de un ser querido debería impulsarnos a valorar más cada minuto de vida que tenemos, hacer todo lo que podamos para poder cumplir nuestros sueños, y procurar por dar lo mejor de nosotros. Miguel de Unamuno escribió: "hombre feliz, quien al final de la vida, sólo le ha quedado lo que ha dado a los demás". 

No lamentemos la muerte. Disfrutemos la vida que tenemos ayudando a otros y trabajando en los anhelos de nuestro corazón; y no dejemos de agradecer a Dios y al universo por el regalo de nuestra vida.

Por Constanza Alarcón
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