LA NECESIDAD PRIMORDIAL DE UN MATRIMONIO

Muchas personas piensan que el elemento integrador de un matrimonio es el sexo. Algunos creen que representa el 60% del matrimonio. Pero yo pregunto, ¿y dónde queda el amor? ¿Dónde quedan los hijos y la responsabilidad de cada uno de los esposos para forjar un individuo de principios y valores?

El amor desempeña uno de los papeles más importantes en la vida matrimonial. Sin amor la unión no sería verdadera en nuestra cultura occidental, y sin amor, el sexo dejaría de ser placentero y se convertiría en un acto casual y efímero. El amor permite integrar la familia, generar principios y valores, pero aun así no cumple con la característica de ser primordial en el matrimonio.

La palabra primordial viene del latín y se refiere a lo original a lo que es primero. Ese elemento primordial es la creencia en Dios. Lo primero, lo original es Dios. No se trata de cuanto cree en él, o de cuantas va a un evento de tipo religioso; tampoco se trata si es católico, evangelista, pentecostés, rabino o hindú, se trata de la conexión espiritual que tiene con la fuente de todo lo creado, con el ser supremo. Nos olvidamos que Dios creó el amor y nos lo dio como un regalo, que aunque no entendamos como funciona, nos permite vivir mejor.

Cuando un matrimonio esta soportado en la fe,  las probabilidades de ser felices se aumentan considerablemente, porque el amor de Dios vive en él, y de ese amor se alimentan cada uno de los esposos; y de ese mismo amor es el que se expande hacia los hijos y hacia la sociedad. El matrimonio que esta soportado por Dios, bebe directamente de la fuente espiritual que le permitirá conocer la forma de salir victoriosos en cada dificultad. La felicidad y la perpetuidad son las dos características esenciales del matrimonio, y estas solo se alcanzan cimentando el matrimonio en Dios. Hay muchos matrimonios que cumplieron esa perpetuidad, pero no fueron felices; o por el contrario fueron felices, pero no fue perpetuo. El matrimonio es una institución de fe, creada para que unamos nuestro espíritu con otro, y juntos llegar a la presencia de Dios y recibir los dones del amor y la felicidad.


Por lo tanto la necesidad primordial de cada matrimonio es profesar la fe y acogerse a los lineamientos de Dios, el resto vendrá por añadidura. 
Por Daniel Gómez

Con la tecnología de Blogger.