MI MATRIMONIO NO ES DIVERTIDO

Con el paso del tiempo los matrimonios caen en rutinas que cercenan el amor como un cuchillo que rebana lonjas de queso. Es tan absorbente, cortante y destructiva la falta de innovación, que hacen del matrimonio una costumbre aburrida y sin aspectos nuevos para vivir y experimentar. Pero la buena noticia es que se puede convertir un matrimonio aburrido en un matrimonio divertido con un poco de ingenio y creatividad de cada uno de los esposos; y cuando me refiero a divertido no planteo que tengan que inscribirse en una escuela de payasos, me refiero al replanteamiento de las actividades existentes y a la inclusión de nuevas actividades que los saque de lo conocido y les permita entrar en lo desconocido para descubrir cosas nuevas.

Divertirse juntos y disfrutar del otro no significa siempre actividades de tipo sexual, incluye también aspectos más elaborados e imaginativos que congenien con los gustos de cada uno, por ejemplo, ir a la playa. Pregúntese por aquello que más le gusta a su pareja (ir a comer, salir, conocer nuevos lugares, caminatas, deporte, etc), y más que el tiempo que ha transcurrido desde la última vez, evalúe la frecuencia con la que realizan tal actividad. Quizá esta es una de las mejores maneras para empezar a imprimirle dinamismo y creatividad a su matrimonio, observando aquello que no hace frecuentemente y lanzarse a hacerlo.

Si usted considera que su matrimonio no es divertido, comuníquelo con su pareja y lleguen a un acuerdo de cómo crear más diversión y aventura para el matrimonio, incluyendo los hijos. Salgan de la rutina actual y disfruten de nuevas cosas como ir al cine, a comer helado en un parque, ir a un sendero ecológico, ir de camping, y porque no, quedarse en la casa de “relax”.

Recuerde que su esposo(a) será su compañero durante el resto de su vida, razón por la cual es muy importante crear un clima de amor mezclado con un poco de humor para que en cada paso que den juntos por el camino de la vida, sea un paso de felicidad y diversión.

Por Daniel Gómez.