VIVIR EN UN MUNDO VIRTUAL

Es cierto que a todos nos gusta sumergirnos en el mundo del Internet para buscar información, encontrar amigos, contactar con aquellos que están lejos de nosotros, leer el correo electrónico o simplemente para escuchar música y ver vídeos. Estos espacios de virtualidad no son malos siempre y  cuando no los prioricemos cuando estamos con nuestra pareja; es decir, no dejar de lado a la pareja por entregarnos al insensible y vasto mundo del Internet. No cambiemos el calor de un abrazo por el emoticón de un chat o del maravilloso wathsapp, que nos acerca a personas que estan a millas de distancia, sin embargo es tan sorprendente este nuevo mundo virtual, que sin darnos cuenta nos absorbe casi que por completo, haciendo una gran barrera con las personas que tenemos a nuestro lado, pues no respetamos espacios, queremos estar conectados todo el tiempo, mientras comemos, trabajamos e incluso mientras hablamos con nuestros seres amados que tenemos más cerca.

No estoy diciendo que cuando este cerca a su pareja no puede ni pensar en Internet o whatsapp, por el contrario, busco que disfrute de ese espacio en la red sin olvidarse del mundo que le rodea, y de lo maravilloso que hay en la capacidad de relacionarnos como seres humanos; y hago referencia a la pareja porque es ella la que normalmente comparte más tiempo con nosotros, comparte el día y la noche.

Hallar ese equilibrio entre la forma en que usted se conecta con el mundo virtual y el mundo real, le ayudara a comprender que disfrutar de la vida en pareja es más sencillo, menos elaborado de lo que creemos. Disfrutamos de cartas online, pero hay que cambiar el método de vez en cuando; disfrutamos de regalos y presentes en forma de imágenes, pero también hay regalos más significativos; disfrutamos de hermosas postales de amor, pero nos olvidamos que aún podemos hacer nuestras propias cartas, además todavía existen oficinas de correo; disfrutamos de un te amo en el portal de una red social, pero es mejor oírlo del ser amado.

Por lo tanto, no obviemos el mundo que está a nuestro alrededor, y disfrutemos de la simplicidad de la vida. Desconectémonos más a menudo de los aparatos tecnológicos y de la red mundial de información, y disfrutemos, en la comodidad de nuestro hogar, de un almuerzo, de una película, de un juego de mesa, o de un excelente dialogo con la persona que mas amamos, nuestra pareja.

Por Daniel Gómez y Cony Alarcón