APRENDER AMAR

Las personas caminan de un lado para otro, unos se quedan en casa, algunos estudian, otros trabajan, pero cada uno en su actividad diaria parece saber qué es lo que debe hacer, porque ya han adoptado una rutina de acuerdo a lo aprendido en el transcurso de sus vidas, claro está a excepción de los niños que dependen hasta cierta edad totalmente de las acciones de sus padres y personas a cargo.

Somos como esponjitas, absorbemos todo lo que pasa a nuestro alrededor, y almacenamos muchas de las experiencias e información recibida casi que de forma inconsciente, por ejemplo de niños aprendemos a caminar, hablar y escribir sin ser conscientes de ello, no tenemos la menor idea para que nos va a servir en el futuro, simplemente lo aprendemos porque es algo que nos enseñan nuestros padres, familiares y maestros desde muy niños a través de la repetición y dedicación... y así mismo empezamos adoptar formas de comportamiento según el ambiente social en el cual crecemos y el amor que recibimos... de allí la importancia del trato y ejemplo que nos dan en nuestra infancia. Porque cuando somos adultos todo lo que aprendimos, lo reflejamos con nuestra forma de ser, si nos dieron mucho amor, seguramente será fácil para nosotros expresar y dar amor a los demás, pero si vivimos en un ambiente familiar frío, sin comunicación, y sin ningún tipo de expresión afectiva, nos será difícil expresar nuestros sentimientos, y así mismo pasa con todos los aspectos de nuestra vida... 

El problema es que la mayoría de las veces nos damos cuenta de todas nuestras falencias y buenos comportamientos sólo cuando nos vemos enfrentados a vivir solos o cuando empezamos a compartir nuestra vida con nuestra pareja, especialmente en la etapa del matrimonio es cuando sale a relucir todo lo bueno y todo lo malo, porque pasamos de compartir espacios de tiempo cortos, a compartir todo nuestro tiempo y todo lo que somos con nuestro cónyuge...

Así que si en nuestra infancia y adolescencia no aprendimos amar, debemos aprenderlo en nuestra relación de pareja, nunca es tarde para aprender, mí recomendación personal, es que aprendas amar a tu pareja lo antes posible, ojala antes de casarte, así te ahorrarás muchos dolores de cabeza, la pregunta es ¿cómo? Fácil, dedicándole tiempo, compartiendo desde lo más simple de tu vida hasta lo más complejo, siendo sincero desde el principio, buscando superar las debilidades y vacios emocionales que tengas a causa de vivencias pasadas, valorando todo esfuerzo de tu pareja por mejorar, aportando tu paciencia y apoyo para que ambos cambien los aspectos que podrían afectar la relación de pareja, pero realmente la clave fundamental para aprender amar sinceramente es imitando el amor de Dios, un amor que se entrega sin límites, es puro, sincero, comprensivo, perdona cualquier ofensa y es incondicional. Reciban a Cristo en su corazón y vivan su matrimonio con amor .
Por Cony Alarcón
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