VIVIENDO EL AMOR

Creemos que el amor es más efímero de lo que en realidad es. Creemos que podemos determinar la duración del amor usando el método científico, la estadística y la psicología de masas. Pero no nos damos cuenta que el amor aún no lo comprendemos; no entendemos su poderosa fuerza y mucho menos, la controlamos. Nos creemos expertos en el amor sólo porque hay un cúmulo de experiencias fallidas; si fallidas.

¿Porque aquellas personas que han entendido en verdad que es al amor, no son vistos como expertos? Jesucristo es un maestro del amor, pero quizá no lo seguimos como ejemplo porque no se casó, pero acaso ¿es necesario pasar por un divorcio, para aprender amar? Por supuesto que no. Lo que pasa es que vemos como expertos a aquellos que ya suman unos cuantos divorcios encima, un par de hijos extra-matrimoniales y una decena de relaciones inconclusas.

Pero ¿Qué nos podrían decir acerca del amor, estos "expertos (as)", que han fracasado una y otra vez en sus matrimonios? Quizá nos digan lo que tanto hemos escuchado en otras ocasiones: "del amor no se vive" y es que el amor es tan complejo que sólo un ser superior puede darnos su ejemplo, para entenderlo, vivirlo y darlo a otros. 

Por amor Dios entregó a su único hijo en la cruz, y por amor perdona nuestros pecados. Jesús ama toda la humanidad y nos enseña el don de amar, obedecer al padre y perdonar al prójimo. Sin embargo todos vivimos el amor a nuestra manera, el problema es que no lo vivimos bien. Toda persona de alguna u otra forma tiene la capacidad de amar. ¿Pero cuantos de nosotros seguimos el ejemplo de nuestro padre celestial y desarrollamos esta divina capacidad de amar?

Daniel Gómez y Cony Alarcón
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