¿PARA QUÉ NOS CASAMOS?‏

El matrimonio es una institución social, enmarcada en la creencia religiosa como un designio y mandato de Dios: “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”. (Gén 2:18).


El matrimonio establece la unión entre un hombre y una mujer, y el libro del génesis nos recuerda que la mujer es la ayuda idónea del hombre. Uno de los motivos por los cuales nos casamos es para que tengamos una ayuda idónea en todo momento. Una vez casados, el hombre vive en pro de la mujer y la mujer vive en pro del hombre, porque espiritualmente, el matrimonio se convierte en un solo ser. Esto lo expresa claramente el génesis: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. (Gén 2:24) 

Si revisamos el capítulo 1 del génesis, hallaremos otro versículo que nos da una respuesta más acerca del motivo del matrimonio: “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”. (Gen 1:28). Es claro que Dios nos proporcionó una serie de recursos no solo para nosotros, sino para nuestros hijos.

Entonces, ¿para qué nos casamos?

Nos casamos para ser felices. Aunque el génesis no es claro en ese aspecto, esto deducible ya que Dios creó toda tierra para que el hombre la disfrutara, para que no tuviera preocupaciones, y además le proporcionó la ayuda idónea. 

En síntesis, podemos decir que nos casamos para ser felices, amarnos y disfrutar de todas las cosas que Dios nos da; para procrearnos y para formar una familia; para tener un apoyo incondicional en todo momento; para formar un solo ser ante Dios.

Disfrutemos del regalo que es nuestro matrimonio, así como disfrutamos el regalo de la vida.

Por Daniel Gómez
Con la tecnología de Blogger.