TORMENTAS FINANCIERAS EN EL MATRIMONIO
A medida que transcurre el tiempo de estar casados, nos
vamos enfrentando a varios desafíos, a nuevos retos que ponen nuestro
matrimonio a prueba. Haz de cuenta que tu matrimonio es como una barca: puede
navegar en aguas tranquilas y días soleados, pero también llegarán los días de
lluvia y las aguas se agitaran; nuestra misión es mantener a flote nuestra
barca.
Una de las tormentas más fuertes que podemos enfrentar son
las tormentas financieras. Estas han hecho naufragar muchas barcas que parecía
insumergibles. La falta de educación financiera es un agravante cuando las
dificultades relacionadas con dinero, empiezan a entrar en nuestro lecho
matrimonial.
Debemos ser muy cautelosos a la manera en que reaccionamos
con nuestra pareja cuando el dinero no alcanza. Como muchas parejas, mi esposa
y yo hemos visto enfrentados a este tipo de problemas, pero aprendimos, después
de un par de discusiones, que lo único que nos podía ayudar era aprendiendo
sobre el dinero, y sobre las emociones de cada uno frente al factor monetario.
Cuando nos casamos, nos comprometemos a estar juntos en la
riqueza y en la pobreza, entonces, ¿Porque condicionamos el amor al nivel
económico? El amor nos mantendrá unidos y listos para seguir remando, aunque
parezca inútil.
Recuerdo una canción que dice "y si tú tienes alguien
junto a ti rico serás"; y es precisamente lo que para cada uno de nosotros
es nuestra pareja, el apoyo incondicional, la que está en las buenas y en las
malas. En palabras de Dios, "la ayuda idónea" (Gén. 2:18)
Cuando un matrimonio resuelve una dificultad financiera se
vuelve más fuerte, y si ha de venir otra, tendrán más seguridad en sí mismos
para vencerla, porque el dinero no es un Dios, por lo tanto no podemos dejar
que nos separe. Recordemos estas palabras: "Lo que Dios ha unido, no lo
separe el hombre".
Así que no pongamos el dinero como una excusa para dejar de
amar, porque amar es una decisión que a nadie le quita centavos de su bolsillo.
Por Daniel Gómez
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